1. TRANSPARENCIA EN LA CADENA DE SUMINISTRO:
ODS Objetivo 12: Consumo y producción responsables - "La transparencia es la piedra angular de la sostenibilidad".
El camino hacia la sostenibilidad comienza con la transparencia. Aunque sabemos dónde se fabrican nuestros coches y vemos fotos de esas fábricas en la página web del fabricante, no podemos decir lo mismo de nuestra ropa. La mayoría de las marcas no revelan ni siquiera tienen visibilidad de sus proveedores de primer nivel, es decir, el fabricante que produce la prenda hasta su estado final antes de distribuirla a la marca. Esto significa que la mayoría de las marcas no tienen visibilidad sobre los proveedores de nivel 2-4, no saben quién hizo su hilo, quién tiñó el hilo y lo tejió en telas. Básicamente, la ropa que llevas ahora mismo o que tienes en tu armario podría estar fabricada con mano de obra explotadora en países en desarrollo, donde los trabajadores cobran salarios bajos y trabajan en condiciones inseguras e insalubres. Y están fabricadas con tejidos a base de plástico que no ofrecen ningún beneficio ni para ti ni para el medio ambiente, y nunca lo sabrás porque las marcas no están obligadas a revelar nada de esta información.
Las marcas auténticamente concienciadas abren las puertas de sus cadenas de suministro, revelando cada paso de su proceso de producción. Se centran en mejorar sus prácticas con los avances tecnológicos y ofrecen tanta información sobre su industria como pueden a sus consumidores, garantizando un consumo y una producción responsables y permitiendo a los consumidores tomar decisiones informadas.
2. MATERIALES RECICLADOS/RECICLADOS:
La moda circular minimiza los residuos y maximiza los recursos". - Fundación Ellen MacArthur
Las marcas sostenibles defienden la moda circular incorporando materiales reciclados y upcycled en sus diseños. En un mundo ideal, no tendríamos tejidos agotados amontonados en almacenes de todo el mundo, y las marcas sólo pedirían lo que necesitan y utilizarían con conciencia cada pieza de tejido. Pero muchas marcas hacen sus pedidos en función de las ventas previstas y no de las pasadas, basando su modelo de negocio en una idea anticuada de que el crecimiento es sólo crecimiento financiero y de ventas, por lo que acaban produciendo más de lo que pueden vender, y a veces dejando atrás rollos de tela sin usar que no servirán para la próxima colección, ya que la moda se basa en la novedad constante. Aquí es donde entran en juego las marcas y los diseñadores sostenibles, que intentan evitar que los tejidos se incineren o acaben en el vertedero, y darles una nueva vida.
Esta práctica, junto con el reciclaje de los materiales ya utilizados, es la base para crear una economía circular, reduciendo los residuos y conservando recursos valiosos.
3. FABRICACIÓN ÉTICA:
"La fabricación ética preserva los recursos del planeta y salvaguarda a sus habitantes". - WWF
La verdadera sostenibilidad va más allá de los materiales y se extiende a la fabricación ética.
Vivimos en un clima en el que crear una marca y producir prendas nunca ha sido tan fácil y accesible. Sin embargo, eso ha creado a su vez marcas centradas únicamente en fabricar ropa de moda de forma más rápida y barata que nunca. Al recortar gastos en la parte invisible de la marca (producción, abastecimiento de materiales, instalaciones de fabricación) para invertir más en la parte de la marca orientada al consumidor (marketing, boutiques, creación de contenidos y asociaciones), las marcas recurren a mano de obra explotada y desechan residuos que contaminan el medio ambiente. Según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), la industria de la moda es un gran contaminador, el segundo mayor consumidor de agua y responsable de cerca del 10% de las emisiones mundiales de carbono.
Por tanto, la fabricación ética es de vital importancia en la industria de la moda. No sólo defiende el bienestar y la dignidad de los trabajadores mediante salarios justos y condiciones de trabajo seguras, sino que también se ajusta a las prácticas ecológicas, mitigando el impacto medioambiental de la industria. Las marcas que respetan los derechos humanos, pagan salarios justos y ofrecen condiciones de trabajo seguras contribuyen a la misión de proteger tanto a las personas como al planeta.
4. IMPLICACIÓN CON LA COMUNIDAD:
Las marcas sostenibles reconocen la importancia del compromiso con la comunidad. Oana Romaneiro, fundadora de KŌRARU, afirma: "Las marcas de moda no solo tienen la oportunidad, sino también la responsabilidad de crear valor no solo para el usuario o los accionistas, sino también para quienes forman parte de su cadena de suministro. El auge de la moda rápida ha convencido a los consumidores de que no necesitan saber cómo se fabrica su ropa, ni dónde, siempre que sea barata. Esta práctica disociativa no sólo fomenta condiciones laborales inhumanas, sino que tiene consecuencias negativas en nuestra relación con la ropa y en cómo la vemos, y por tanto en cómo nos vemos a nosotros mismos. Llevar una prenda de la que se sabe cómo se ha producido, qué materiales se han utilizado, de dónde proceden y cómo se han fabricado mejora la experiencia y da poder a quien la lleva, ofreciéndole confianza y apego al producto. Es más probable que lo llevemos repetidas veces y lo cuidemos mejor".
"Esta práctica disociativa no solo está fomentando condiciones laborales inhumanas, sino que tiene consecuencias negativas en nuestra relación con nuestra ropa y en cómo la vemos, por lo tanto, en cómo nos vemos a nosotros mismos"- Oana Romaneiro, fundadora de KŌRARU
Marcas como Patagonia y People Tree son conocidas por su compromiso con la responsabilidad medioambiental y social. Patagonia colabora activamente con las comunidades locales, apoya a organizaciones ecologistas de base y defiende causas como la conservación y la agricultura sostenible. A través de iniciativas como el programa "1% para el Planeta", Patagonia dona una parte de sus ventas a causas medioambientales y fomenta la participación de la comunidad. People Tree es pionera en moda ética y sostenible. La marca se asocia con grupos de artesanos y productores de comercio justo de países en desarrollo para crear sus colecciones de ropa. Al colaborar con las comunidades locales, People Tree promueve salarios justos, condiciones de trabajo seguras y la sostenibilidad medioambiental. Su enfoque hace hincapié en el empoderamiento de la comunidad y el desarrollo económico. comunidad de la moda sostenible e inclusiva.
5. ENVASADO:
Los envases de moda y lujo se han asociado durante mucho tiempo con la opulencia y la extravagancia, a menudo con diseños elaborados y capas excesivas de materiales. Más recientemente, las marcas de moda rápida y las marcas emergentes han adoptado el mismo modelo de envasado para conferir a sus productos un encanto más lujoso y comunicar al cliente que está comprando algo especial. Sin embargo, esta inclinación por la extravagancia ha tenido un coste importante para el medio ambiente. Se calcula que la industria de la moda genera cada año 92 millones de toneladas de residuos textiles, de los cuales una parte sustancial se atribuye a los envases. Muchos de estos envases acaban en vertederos, contribuyendo a la contaminación y a las emisiones de gases de efecto invernadero. Además, la energía y los recursos necesarios para producir y transportar estos fastuosos materiales de embalaje agravan aún más el impacto medioambiental de la industria.
ODS Objetivo 14: Vida submarina - "Reducir los residuos plásticos protege la vida marina".
En cifras, el peaje medioambiental de los envases de moda es asombroso. La industria de la moda es responsable de aproximadamente el 10% de las emisiones mundiales de carbono, y los envases desempeñan un papel sustancial en esta cifra. Según la Fundación Ellen MacArthur, la industria de la moda produce anualmente 53 millones de toneladas métricas de materiales de fibra, de los cuales sólo el 1% se recicla en nuevas prendas. El 99% restante se desecha, gran parte de él procedente de residuos de envases. Además, las marcas de lujo suelen utilizar materiales exóticos y no renovables para los envases, lo que contribuye a la deforestación y la destrucción del hábitat. Al adoptar soluciones de envasado más minimalistas y sostenibles, como materiales reciclados y biodegradables, la industria de la moda puede reducir significativamente su huella ambiental y contribuir positivamente al bienestar del planeta.
Las marcas conscientes de la sostenibilidad reimaginan los envases. Optan por alternativas ecológicas, reducen los residuos plásticos y se alinean con el Objetivo 14 de los ODS, que busca proteger la vida bajo el agua.
"Cuando miro el envase con el que viene un producto, me doy cuenta enseguida del compromiso de la marca con la sostenibilidad. Las que realmente lo valoran invierten en materiales ecológicos, reciclados y biológicos, y utilizan solo lo necesario. La experiencia de lujo viene de saber el valor que este envase aportó a quienes lo fabrican y lo que protegemos al usarlo, no de qué color es o qué grosor tiene". - Oana Romaneiro.
6. USABILIDAD:
Diseñar prendas con la usabilidad como eje central es de suma importancia en el panorama actual de la moda. La industria lleva mucho tiempo plagada de una cultura de moda desechable, en la que las prendas se descartan tras unos pocos usos debido a sus diseños basados en las tendencias y a su falta de calidad. Cada año, sólo en Estados Unidos se desechan más de 34.000 millones de kilos de productos textiles usados, lo que equivale a más de 45 kilos de residuos textiles por persona y año. Esta alarmante estadística subraya la urgente necesidad de replantearnos nuestro enfoque de la moda y adoptar diseños que resistan el paso del tiempo. Las microtendencias, que contribuyen a la rápida rotación de las prendas de vestir, agravan este problema, provocando un abrumador peaje medioambiental.
En un pasado no tan lejano, la ropa se confeccionaba meticulosamente teniendo en cuenta la usabilidad y la versatilidad. Los diseñadores de antaño reconocían el valor de crear prendas que trascendieran temporadas y tendencias. Coco Chanel, figura emblemática de la historia de la moda, defendió esta filosofía con sus creaciones atemporales. Una vez dijo: "La moda se desvanece, sólo el estilo permanece", subrayando la naturaleza perdurable de las prendas bien diseñadas. Yves Saint Laurent, otro diseñador visionario, creía que la moda debía adaptarse a las necesidades de las personas, y no al revés. Sus prendas de fondo de armario, como la chaqueta de esmoquin "Le Smoking" para mujer, mostraban su compromiso con la creación de piezas que pasaran sin problemas del día a la noche, encarnando la esencia de la vestibilidad y la versatilidad. Más recientemente, Issey Miyake, el célebre diseñador japonés, es conocido por sus diseños atemporales que perduran más allá de las temporadas, lo que refleja su compromiso con la creación de prendas que se puedan llevar.
Al dar prioridad a lo ponible y alejarse de las microtendencias, las marcas de moda sostenible abordan el problema de los residuos excesivos y allanan el camino hacia pautas de consumo más sostenibles y responsables. Crean prendas elegantes y funcionales que se integran perfectamente en la vida cotidiana y pueden llevarse durante muchos años.
7. CALIDAD:
La calidad debe ser un aspecto innegociable de los productos de moda, ya que sirve de base tanto para la satisfacción del cliente como para la sostenibilidad. En palabras de Anna Wintour, redactora jefe de Vogue: "Lo más importante es la calidad, no la cantidad". Las prendas de calidad no sólo duran más, sino que también son más duraderas, se ajustan mejor y son más resistentes, lo que garantiza que sigan siendo piezas apreciadas en el guardarropa del consumidor. Los materiales y técnicas de fabricación de alta calidad contribuyen a prolongar la vida útil de los artículos de moda, reduciendo la necesidad de sustituirlos con frecuencia y, en última instancia, disminuyendo la huella medioambiental de la industria de la moda.
El diseñador de moda Ralph Lauren dijo una vez: "Yo no diseño ropa. Yo diseño sueños". La calidad en la moda permite a los diseñadores convertir esos sueños en realidad, creando piezas que resisten el paso del tiempo, captan la esencia de su visión y resuenan con los consumidores a un nivel más profundo. Además, las prendas de calidad se asocian a menudo con la meticulosa atención al detalle y la innovación por las que solía ser conocida la industria de la moda. Las marcas y los diseñadores sostenibles que dan prioridad a la calidad en su proceso de diseño no solo se adhieren a prácticas éticas, sino que también se ganan la confianza y la lealtad de los clientes entendidos, que aprecian el valor duradero de la ropa bien hecha.
8. SOLUCIONES AL FINAL DE LA VIDA ÚTIL:
Durante demasiado tiempo, las marcas que descuidan el establecimiento de estrategias eficaces para gestionar sus productos una vez usados están contribuyendo a un ciclo perjudicial y derrochador. El modelo "hacer-usar-desperdiciar", que fomenta la rápida eliminación de la ropa, es devastador para el medio ambiente y socialmente irresponsable. Agrava la crisis de los residuos textiles, con millones de toneladas de prendas que acaban en los vertederos cada año. Esto no sólo contribuye a la contaminación, sino que también despilfarra recursos valiosos que de otro modo podrían conservarse mediante el reciclaje o la reutilización. Las marcas que no abordan este problema perpetúan una cultura insostenible, socavando los avances logrados por quienes luchan por unas prácticas más responsables.
Por el contrario, las marcas que ofrecen proactivamente soluciones al final de la vida útil a sus clientes demuestran un compromiso con la sostenibilidad y un pensamiento visionario. Reconocen que la responsabilidad de una prenda no acaba en el punto de venta. Al ofrecer opciones de reciclado, upcycling o devolución de productos para su reutilización, estas marcas participan en prácticas de moda circular que amplían la vida útil de sus creaciones. Esto no sólo reduce la huella medioambiental, sino que también se alinea con los valores de los consumidores concienciados de hoy en día. Las marcas y los consumidores con visión de futuro entienden que la moda debe ser un viaje duradero, en el que cada pieza tiene un ciclo de vida que va más allá de una sola temporada o tendencia. Al abogar por soluciones responsables al final de la vida útil, dan ejemplo a la industria y marcan el camino hacia un futuro más sostenible y circular para la moda.
Las marcas y los consumidores con visión de futuro entienden que la moda debe ser un viaje duradero, en el que cada pieza tiene un ciclo de vida que va más allá de una sola temporada o tendencia.
En el mundo de la moda, la sostenibilidad no es sólo una tendencia; es un compromiso con un futuro mejor. Las marcas que adoptan estos ocho elementos demuestran que la moda puede ser bella, ética y responsable. Son los líderes, estableciendo un nuevo estándar para una industria al borde de la transformación.
Imágenes de FIBRELAB, una startup e innovadora con sede en Londres que ofrece soluciones de reciclaje para marcas y empresas.